El Monopolio del Relato: concentración mediática y fabricación del consenso alrededor de Israel
Como se ha abordado y explicado en otros artículos alrededor de este tema, ha venido existiendo un consenso en las élites políticas y económicas de Occidente sobre la defensa irrestricta de Israel y el aplauso al unísono para sus actuaciones en territorios palestinos y otros territorios árabes. Aunque el consenso ha venido presentando fisuras por los evidentes crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por el gobierno y las fuerzas israelíes, el conglomerado mediático refuerza las narrativas y el imaginario de que el asimétrico y desproporcionado despliegue militar es necesario para asestarle un golpe definitivo a Hamás y su base social.
En el libro Los guardianes de la libertad (1990), Noam Chomsky y Edward S. Herman, afirman que en un mundo caracterizado por la concentración de riqueza y los conflictos de intereses de clase asociados, los medios de comunicación de masas necesitan un modelo de propaganda sistemática para transmitir mensajes y símbolos a la ciudadanía en general, buscando divertir, entretener, informar e inculcar valores, creencias y códigos de comportamiento que delimitan los bordes institucionales de la sociedad. Los ingredientes de este modelo, según los autores, son cinco: 1) la concentración de la propiedad de los medios y la riqueza de sus propietarios, quienes orientan sus beneficios en el ámbito comunicativo; 2) la publicidad, fuente principal de ingresos de los medios; 3) las fuentes de información proporcionadas por el gobierno, las empresas, los ‘expertos’ y otros agentes del poder, con filtros de aprobación y censura; 4) los correctivos para disciplinar a los medios que pretendan ser disidentes y 5) el ‘anticomunismo’ como cruzada contra un enemigo común y un mecanismo de control. Este último ingrediente ya no está relacionado únicamente con la “amenaza comunista” del siglo pasado, sino con cualquier ‘monstruo’ que surja en el campo político, económico, cultural e ideológico: el terrorismo, el islam, el narcotráfico, etc.[1]
Chomsky y Herman desglosan la forma en que estos factores moldean la labor periodística y la edificación de la opinión pública, dando una sensación de objetividad y rigurosidad al público.
“El dominio de los medios de comunicación por parte de la élite y la marginación de la disidencia que se deriva de la actuación de los filtros que hemos mencionado, se realiza de una manera tan natural que la gente que trabaja en dichos medios, y que con frecuencia actúa con absoluta integridad y buena voluntad, son capaces de autoconvencerse de que eligen e interpretan las noticias de una manera ‘objetiva’ y sobre la base de unos nuevos valores profesionales.”[2]

Este modelo propagandístico es el que opera activamente cuando las corporaciones mediáticas cierran filas en torno a Israel, no sólo por motivos políticos y afinidades ideológicas o religiosas, sino también por intereses económicos.
News Corp (anteriormente News Corporation), emporio del entretenimiento y la comunicación fundado por Rupert Murdoch, es una muestra de este fenómeno. Producto de la escisión de la anterior corporación, junto a 21st Century Fox, controla los periódicos The Wall Street Journal, The Sun y The Times, así como el canal noticioso Fox News. Murdoch no ha dudado en manifestar que News Corp refleja y difunde sus pensamientos, creencias y valores, anulando todo intento de objetividad informativa. Como consecuencia de ello, el conglomerado amplifica los mensajes del proyecto sionista, cuyos líderes han sido sus amigos: Ariel Sharon y Benjamin Netanyahu, por dar dos ejemplos.
El magnate australiano-estadounidense ha condenado y atacado el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), calificándolo como una guerra blanda contra Israel. Aparte de la afinidad ideológica y política, las posiciones de Murdoch hunden sus cimientos en las inversiones energéticas que tiene en Altos del Golán, territorio limítrofe entre Israel, Líbano, Jordania y Siria, así como en las que ha hecho para asentamientos ilegales en Cisjordania.[3]
The New York Times Company es otro ejemplo de estos vínculos entre directivos de conglomerados mediáticos y la élite sionista: Meredith Kopit Levien, directora ejecutiva y Joe Kahn, editor ejecutivo, han tenido lazos familiares y profesionales con personas y entidades que encarnan el proyecto de ocupación, destierro y genocidio.[4]
A esto se suma la más reciente acción de YouTube, propiedad de Google, de eliminar más de 700 videos que documentaban crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por Israel, publicados por organizaciones palestinas de derechos humanos.
“Los videos provienen de Al-Haq, el Centro Al Mezan para los Derechos Humanos y el Centro Palestino de Derechos Humanos, e incluyen materiales que analizan el asesinato por parte de «Israel» de la periodista palestina-estadounidense Shireen Abu Akleh y el testimonio de palestinos torturados por las fuerzas israelíes, entre otros.

Los tres grupos de derechos humanos han sido sancionados por Estados Unidos por su apoyo a las órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) para el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el ex ministro de guerra Yoav Gallant por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en Gaza.”[5]
Entonces, surge la pregunta: ¿qué tan objetivo e imparcial es el cubrimiento de lo que sucede en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, por parte de los medios de comunicación con más popularidad y alcance, así como mejor reputación en el mundo? ¿Y cómo opera la censura en las plataformas de ‘social media’ cuando las organizaciones humanitarias y las voces alternativas y disidentes buscan documentar lo que sucede allí?
[1] Chomsky, Noam & Herman, Edward S. (1990). Los guardianes de la libertad. Propaganda, desinformación y consenso en los medios de comunicación de masas. Editorial Grijalbo Mondadori. Págs. 21, 22.
[2] Ídem. Pág. 22.
[3] Rupert Murdoch: Israel’s Most Powerful Supporter. ScheerPost. 6 de julio de 2024.
https://scheerpost.com/2024/07/06/rupert-murdoch-israels-most-powerful-supporter
[4] Exposing The New York Times. The Paper of Zionist Record. The New York War Crimes. 15 de julio de 2025.
https://newyorkwarcrimes.com/dossier
[5] YouTube elimina videos sobre violaciones de los derechos de palestinos. Al Mayadeen en Español. 5 de noviembre de 2025.
