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El poder de las emociones en los medios: ¿Cómo modelan nuestra visión del mundo?

¿Alguna vez has notado cómo una noticia puede alegrarte el día o arruinarlo por completo? No es casualidad. Los medios de comunicación tienen un poder inmenso: nos conectan con el mundo, pero también moldean nuestras emociones y, a través de ellas, nuestra percepción de la realidad. Los medios no solo nos informan, sino que nos hacen sentir, y son esas emociones las que, en gran medida, construyen nuestra visión del mundo.

Las emociones: el filtro a través del cual vemos el mundo

Lo que sentimos afecta cómo entendemos la información. Los medios actúan como un puente: conectan el lugar donde ocurren los hechos con quienes los observan, y enlazan las historias públicas con nuestros recuerdos personales (Fernández, 2010). En otras palabras, lo que vemos en los medios no solo nos informa, sino que también lo interpretamos y lo vivimos emocionalmente desde nuestra propia experiencia.

Por ejemplo, en Colombia, cuando se cubren eventos como el Día de la Madre, los medios a menudo presentan historias emotivas de madres colombianas que han superado adversidades, como el desplazamiento forzado o la violencia. Estas narrativas de resiliencia y sacrificio, que apelan a los sentimientos de amor y empatía, generan una respuesta emocional colectiva. Esto no solo nos permite conectar con los demás, sino que también reafirma los valores de unidad familiar y comunidad que prevalecen en muchas regiones del país.

En contraste, las noticias sobre conflictos armados o violencia política suelen generar miedo, tristeza o indignación. Las imágenes de protestas sociales, como las que ocurrieron en Bogotá durante el paro nacional de 2019 #21N, muestran la tensión entre ciudadanos y autoridades. El reporte constante de estos conflictos no sólo moldeó nuestro sentir, sino también nuestra percepción sobre la seguridad y la justicia social en Colombia. En este sentido, las emociones intensas generadas por los medios contribuyen a la priorización de ciertos temas sobre otros.

La televisión y la radio han sido históricamente fuentes de narrativas estructuradas y masivas en Colombia. Programas como las telenovelas han generado emociones colectivas de alegría, nostalgia o esperanza. Durante las emisiones de partidos de fútbol, el sentimiento nacional se eleva a través de la unión emocional entre los espectadores. Esta sincronización de emociones crea una experiencia compartida que, en muchos casos, va más allá del simple entretenimiento: las emociones generadas se transforman en vivencias colectivas.

Por ejemplo, un partido entre Colombia y Argentina en la clasificación al Mundial o en la Copa América, es seguido por millones de colombianos, no es solo un evento deportivo. Es una experiencia que reúne a personas de todas las edades y clases sociales. La euforia compartida o la frustración colectiva tras un gol perdido son emociones que vinculan a la sociedad y la hacen sentir más unida. Estos momentos reflejan cómo los medios, a través de los grandes eventos, tienen el poder de moldear nuestra identidad social.

Los nuevos medios digitales: inmediatez y viralidad

Hoy, las redes sociales y plataformas como Facebook, X o TikTok tienen un poder sin precedentes para personalizar y viralizar emociones. Según Berger y Milkman (2012), las emociones intensas como la ira, la sorpresa o la tristeza hacen que un contenido sea más compartido. En Colombia, durante situaciones de crisis como paros nacionales, los videos emotivos, las imágenes y las publicaciones virales se difunden rápidamente entre los usuarios, amplificando emociones de rechazo o indignación.

En esta línea, los algoritmos de plataformas como Facebook o Instagram no son neutrales. Están diseñados para maximizar el impacto emocional personalizando el contenido según los intereses y las reacciones previas de los usuarios. Esto crea burbujas informativas que nos hacen ver sólo lo que resuena emocionalmente con nosotros, lo que fragmenta aún más nuestra visión global del mundo.

¿Por qué importa reconocer el poder de las emociones?

La comunicación mediática, tanto tradicional como digital, selecciona, organiza y presenta fragmentos de la realidad con intenciones claras. Según Turow (2011), los medios, a través de la emoción, nos hacen percibir la realidad de una manera particular. Esta estrategia mediática puede unirnos, inspirarnos o dividirnos, dependiendo de cómo se gestionen las emociones.

En un país como Colombia, donde las divisiones políticas, sociales y económicas son notorias, los medios tienen un poder transformador. La polarización emocional que los medios pueden generar, sobre todo en torno a elecciones o crisis sociales, puede agudizar la fragmentación o, por el contrario, fortalecer la unidad. Reconocer cómo las emociones nos afectan nos permite mantener una visión crítica frente a los contenidos mediáticos y no caer en manipulaciones emocionales que pueden distorsionar nuestra visión de la realidad.

Si comprendemos cómo los medios apelan a nuestras emociones, podemos consumir contenido de manera más consciente y equilibrada, fomentando una sociedad más informada y menos manipulada. Este proceso no implica desconfiar de todo, sino entender cómo los medios funcionan y cómo podemos interactuar con ellos de manera más reflexiva y crítica.

Referencias

Berger, J., & Milkman, K. (2012). What makes online content viral? Journal of Marketing Research, 49(2), 192-205. https://doi.org/10.1509/jmr.10.0353

Fernández, D. (2010). Conmoción pública: los casos mediáticos y sus públicos. La Crujía Ediciones.

Gutiérrez, S. & Vargas, E. (2018). Emociones y medios de comunicación. Una propuesta de análisis. Revista Conexão Letras, 12(18). https://doi.org/10.22456/2594-8962.79462 

Turow, J. (2011). Media today: An introduction to mass communication (5th ed.). Routledge.